La tentación de ser Dios. Vida y prodigios de la beata de
Villar del Águila, Adelina Sarrión Mora [Fondo Local]
“En 1801, los inquisidores de Cuenca iniciaban los procesos
contra Isabel y más de una veintena de sus seguidores (…)
Dotada de un considerable don de gentes y con gran poder de
persuasión, la beata de Villar del Águila logró que muchos creyesen en su
virtud y en las maravillas que, según aseguraba, Dios había obrado en su
persona (…)
La iglesia del lugar fue el escenario de los escándalos
protagonizados por varias decenas de endemoniados. La fama creciente de la
beata llevó primero al obispo Palafox y después a los ministros del Santo
Oficio a tomar cartas en el asunto” [Contraportada]